Cada vez que describo la clasificación a mis clientes, uso la analogía de una carrera de botes donde Google es el océano y todos sus competidores son otros botes. Algunos barcos son más grandes y mejores, algunos viejos y apenas se mantienen a flote. Mientras tanto, el océano también se mueve... con tormentas (cambios de algoritmo), olas (crestas y valles de popularidad de búsqueda) y, por supuesto...